sábado, 19 de noviembre de 2011

SALVEMOS AINHOA


Ainhoa Alonso García es una tarrasense de diecisiete meses que padece una enfermedad neurológica rara, es decir, desconocida, de la cual sus padres sólo saben sus síntomas. 

Según la zona cerebral en que actúa la enfermedad, la niña reacciona de diferentes maneras: no duerme bien, se autolesiona, llora, chilla y pega a sus padres… A parte de estos síntomas, Ainhoa ha sido ingresada cuatro veces: una porque se le olvidó comer y cogió anorexia y deshidratación, otra por lo mismo y por problemas de deglución, la otra por muchas convulsiones, y una cuarta por fiebres altas y problemas de deglución. La reacción de Ainhoa delante estos síntomas es un sudor duradero por la cabeza, manos, pies y aceleración del nistagmus que es movimiento incontrolado e involuntario de los ojos que se manifiesta al fijar la mirada en una determinada dirección.


Como rehabilitación su madre le hace la estimulación cerebral cada día, siguiendo el método Doman, el cual consiste en aplicar varios programas educativos para ayudar al cerebro del niño  a crear conexiones neuronales. También asiste a clases de piscina y equinoterapia. Además, Ainhoa recibe rehabilitación una vez al  mes en la ONCE y una vez a la semana en el Magroc, un centro de desarrollo infantil y de atención temprana donde se realizan un conjunto de actuaciones destinadas a la población infantil que presenta algún trastorno con la intención de disminuir sus efectos mediante un tratamiento adecuado que facilite al máximo su desarrollo y sus relaciones familiares.

Los padres de la pequeña han comenzado a movilizarse delante la ignorancia y poca eficiencia de los servicios médicos acerca de esta enfermedad calificada como rara. Así pues, su madre Laura García ha creado una plataforma de voluntarios en Facebook para divulgar la situación en la que se encuentra la niña y pedir ayuda, puesto que el tratamiento de esta enfermedad es muy costoso. Además, también se ha ido dando a conocer por las calles de la ciudad repartiendo tarjetas en las cuales se explica la grave situación en la cual se encuentra su hija, Ainhoa Alonso García.


Los voluntarios pueden participar donando dinero en la cuenta bancaria de la pequeña o simplemente guardando los tapones de plástico tanto de botellas de leche, de agua y champús para posteriormente llevarlos a una empresa que le cambia los tapones para reciclar por dinero. Como la madre decía en la red social: Eso no vale nada de dinero y no os imagináis lo que nos podéis llegar a ayudar’.

Con el dinero obtenido, Laura García quiere poder trasladar a su hija a Italia, puesto que es el único lugar donde existe un tratamiento específico para esta enfermedad desconocida. Por eso, mediante la red social agradece la colaboración y apoyo de todas aquellas personas que le están ayudando y las mantiene informadas del día a día de la niña.

 Laura García y su hija Ainhoa



1 comentario:

  1. Gracias por compartir esta historia,voy a ver en qué puedo ayudarla,un saludo¡

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